martes, 25 de agosto de 2009

Despedida Canina: A los que se fueron...


24 de agosto del 2009. 22y25 PM.

Hoy me siento triste, para variar en mis últimos meses de amargura diaria, hoy la tristeza cotidiana se mezcla con otros sentimientos. Contrario lo que mucha gente pueda pensar, y quizás lo que también paradójicamente otra mucha gente comparta, este día se fue de mi vida un ser especial. Entiendo porque se dice normalmente que no hay que humanizar a los animales, lo entiendo pero no lo comparto. Es decir soy conciente de que en definitiva no son humanos, pero ante tantas aberraciones de la vida, me doy cuenta que definitivamente eso no los hace menos especiales que a nosotros mismos. Para mí por lo menos esas criaturas forman parte de mi vida como un ser humano más. Son mis amigos y mis compañeros de alegrías y soledades. Y así como dicen que no hay nada como la sonrisa de un niño para sentir un poco de felicidad, creo que no hay nada como un lenguetazo de un perro o la ternura especial de una mascota para reconfortarnos el alma. Hoy mi familia perdió a una amiga, a una hija, o si simplemente quieren a un animal que amaban. Candela era su nombre y durante 8 años bien llevados lleno nuestro mundo de alegría y diversión. De repente enfermó y fue perdiendo fuerzas, y en menos de un mes la lucha terminó. Siempre les rindo algún homenaje a estos seres que comparten mi vida y no podía ser la excepción con ella. Probablemente de toda la familia sea quién menos en tantos años haya realmente compartido con ella, pues en sí tengo mi propio solcito que ilumina mi vida y se llama Camila. Pero también la quería a ella porque compartimos muchos momentos juntas antes y después de la llegada de Camila, y además no puedo evitar querer a todos los animales de todas formas. Así que Candela tras 8 años conmigo y mi familia ha dejado enormes recuerdos felices para todos, aunque en esto momento su ausencia nos deja un vacío enorme y el dolor por su pérdida. Creo que los que aman los animales entienden el dolor que en este momento hoy siento. Y a aquellos que no les pase lo mismo, pues en el fondo siento que ellos se lo pierden.
Creo que no tengo demasiadas palabras para decir lo que siento, pero he aprendido que de algún modo hay que desahogarse. Ya he llorado por ella y no me apena decirlo. He llorado por ella y por todas las mascotas que críe, cuide y perdí en mis 28 años de vida. Pero después de las lágrimas tienen que seguir las otras etapas del duelo y se que donde quiera que este mi Candelita o simplemente Candu como me gustaba decirle, descansa en paz…

Voy a dejar los trazos de una historia que encontré en Internet, buscando una manera de recordarla. Transcribo sólo un párrafo porque se lo dedicó a ella como a todas las mascotas que tuve, así a como a todos los animales que de algún modo u otro se han cruzado conmigo y a quienes trate de alegrar como ellos me alegraron a mí. Estoy segura que si la historia es cierta, algún día nos volveremos a encontrar…Mientras tanto guardo los recuerdos, las travesuras, las rabietas, las alegrías y tristezas que todos ellos me supieron regalar.

Tuve y tengo muchas mascotas, algunas fueron mías, vivieron en mi casa, con otras tropecé en una calle o en un parque, algunas eran de vecinos y llegaron hasta mí, algunos adopte con el alma y hubo una especial que compartió muchas tardes conmigo en mis horas solitarias de trabajo y que aunque tenía dueño propio pertenecía a todo el barrio. Vale ahora recordarlos a todos, como homenaje a Candela misma, hoy quiero dedicar este post a los siguientes amigos: Tanya, la gata del fondo, Miki, Chatrán, Minina, Misch, Mischa, Chatranito, Minino, Tracy, Max, Fito, Falucho, Caramelo, Shaky Negro I y II, Box, Cobi, Daysi, Gabi, Upi, Batán, Stuart, Samy, Pinky I y Pinki II, Cerebro, Muño, Hasan, Isocas, Jack y dos anónimo, Chiquita, Coty, Shila, Candela y Samantha. Si me olvido del nombre de alguno espero sepan perdonarme. Todos ellos se cruzaron en mi vida alguna vez, todos ellos me regalaron una sonrisa en algún momento y hoy ya no están. Sin embargo siguen siendo una parte de mi corazón…
Candu nunca te olvidaremos!!!

Aquí, la historia prometida:

El Puente del Arco Iris.

Hay un puente que une el Paraíso y la Tierra, y se llama el Puente del Arco Iris.

Cuando un animal que ha sido especialmente amado por alguien aquí en la Tierra muere, entonces va a esperar en este lado del Puente del Arco Iris. Allí hay valles y colinas para todos nuestros amigos especiales, para que ellos puedan correr y jugar juntos. Hay mucha comida, agua y sol, y nuestros amigos se encuentran cómodos y seguros.

Todos los animales que han estado enfermos o que eran ancianos, recuperan su salud y vigor; aquellos que fueron heridos o mutilados recuperan lo perdido y son fuertes nuevamente, tal como los recordamos en nuestros sueños de días y tiempos pasados. Los animales están felices y contentos, excepto por una pequeña cosa: cada uno de ellos extraña a alguien muy especial, alguien a quien tuvo que dejar atrás en la tierra.

Todos corren y juegan juntos, pero llega un día en que uno de ellos se detiene de repente y mira a la lejanía. Sus brillantes ojos se ponen atentos; su impaciente cuerpo se estremece y vibra. De repente se aleja corriendo del grupo, volando sobre la verde hierba, corriendo cada vez más rápido.

Tu amigo te ha visto, y cuando tú y tu amigo especial finalmente os encontráis, los dos os abrazáis en un maravilloso reencuentro, para nunca separarse de nuevo. Una lluvia de besos cae sobre tu rostro; tus manos acarician nuevamente esa cabeza tan amada, y puedes mirar nuevamente a los confiados ojos de tu mascota, tanto tiempo apartada de tu vida, pero nunca ausente de tu corazón.

Entonces los dos cruzáis el Puente del Arco Iris juntos...

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