viernes, 19 de junio de 2009

“Finge hasta lograrlo…”

Ctes, 18 de diciembre del 2008.

El título no tiene nada que ver con lo que vaya a escribir o sí, en realidad la mayoría de mis títulos se alejan de lo que queda conformado después. Lo último que escribí antes de esos dos títulos sin fecha, fue antes de obtener el resultado del trabajo del que hable a lo largo de este año. Puedo decir que me fue bien. Obtuve un distinguido que siento que no me distingue pero es suficiente. No es que esperara más o mejor dicho no creí nunca que mereciera más, si que lo esperaba, esa esperanza que dicen que nunca se pierde. Y en esa espera me olvide de lo que dije en ese último escrito: sentirme conforme y orgullosa de lo logrado. Debo decir que pase unas semanas dándole vueltas al asunto. Pensando un montón de cosas y sintiéndome menos que nunca. Es decir desarrolle una conducta autodestructiva contra mi misma. Si tengo que reconocerlo, la peor saboteadora de mi propia vida suelo ser yo. Puede ser que las razones de semejante despliegue tengan algo de justificación en cuanto a las incertidumbres que crean en torno a factores determinantes para mi futuro académico. Pero en todo caso no era el tiempo para adelantar procesos que no han llegado.
Lo cierto que es que quería asegurarme el mejor camino para llegar a la tesis que deberé emprender prontamente, desde mi punto de vista el distinguido no puede garantizarme eso y es lo que me sometió a una presión mayor. Ahora recuperada, pienso que cada proceso va por separado y que recién ahora con la experiencia previa que me significo el trabajo sobre Marx puedo planear el futuro proyecto de la tesis y aspirar a algo más. Sobre todo retengo la necesidad de mantener la seguridad porque tirarse abajo no ayuda, por el contrario empeora ampliamente las cosas.
En estos momentos estoy lejos de estar pensando cosas concretas, estoy lejos de tener ideas formadas por donde iría tal proyecto, y tengo demasiadas dudas y miedos en torno al mismo. Sin embargo estoy ansiosa por iniciar esta última etapa. Siempre supe que a los miedos hay que enfrentarlos, si no lo hacemos corremos el riesgo de asfixiarnos y obstaculizar todo lo que nos propongamos. Por ende se que estoy próxima a enfrentarme a uno de mis miedos más grandes, el final de mi carrera, seguiré teniendo miedo pero no podré decir nunca que me escondí ante él.
Me costo mucho llegar a donde estoy en mi carrera, son muchos años, y en el medio quedan años perdidos en los que trate de no abandonar mis sueños y hacia malabares con un trabajo mal pago que no me daba tiempo a seguir soñando. Cuando decidí jugarme por lo que realmente importaba regrese al ruedo y desde entonces asumí mi carrera de otra forma, vi la realidad de otra manera y me propuse firmemente como desafío personal no renunciar a lo que quería. Cuando caigo en la conducta autodestructiva corro el riesgo de perder el camino de aquello que realmente importa, que me importa a mi claro. Así que por muchas dudas que me cree, por mucho que a veces crea no poder brindar mucho más, he de llegar a ese final cueste lo que cueste. Hoy quiero cerrar este escrito con algo que escribí hace algunos años en otro blog que tuve y que resume bastante lo que suele sucederme, lo que fueron esos años y por lo general lo que siento y lo que pienso al respecto:
“A veces, siento que todo en la vida me sonríe y en otras me persigo con el gran absurdo de tener el mundo en contra mío. Cuando me permito ubicarme, en la realidad me doy cuenta que solo son momentos, nada que sea de gravedad, como cuando entro recién en crisis lo pienso.
Justamente, esas maneras de percibir los sentimientos de los otros, sean reales o imaginadas por mi, nacen simplemente de mi cambiante estado de ánimo. Hay veces que me levanto feliz, con toda la energía, pienso que nada ni nadie me va a detener en lo que yo sueño. Que mi futuro esta sólo en mis manos, que depende de mi y que justamente, y sobre todo, yo puedo hacerlo. Sin embargo tan pronto como la angustia se apodera de mi, yo sola me exprimo, me saboteo, me dejo caer en un abismo. Y siento que no lograre nada de lo que me propongo, que no tengo fuerzas, que estoy cansada. Y sin embargo vaya uno a saber como vuelvo a resurgir, claro para luego caer otra vez. Y así constantemente. En realidad agradezco poder salir, quizás de tantas veces que me deprimo, se me podría perder la salida para encontrarme con la parte positiva que a pesar de todo hay en mi, pero preferiría escaparme de todo, pode ver en positivo cada día de mi vida. Quizás no se puede, quizás siempre este buscándome un problema para no quedarme quieta y pensando demasiado tiempo en alguna cosa. No lo se. Sigo confiando en que seré alguien, Quien? no se. Alguien seguro, alguien que se sienta a gusto con lo que haya hecho con su vida. Se que a pesar de mis miedos, de un tiempo perdido, del cansancio, de pelear por mantener viva la pasión de mi vida que es mi carrera y equilibrarla con mi mal necesario que es mi trabajo, de manera constante y agobiante, se que más tarde o más temprano, en algún momento llegare al final del camino de mis sueños, quizás entonces pueda sentirme en forma plena sin caracteres medios. Quizás ahora es un sueño, que estoy soñando despierta sin embargo algún día será mi realidad concreta...”
Por eso mi lema es claro, y nos conecta con el título, no puedo pensar en el antes, el durante y el después, simplemente debo fingir…fingir hasta lograrlo. Hasta pronto.

Twitter