Corrientes 22 de septiembre del 2008.
17:55 pm
Ahora si que pasaron unos cuanto meses ¿verdad? En su transcurso se formo, creció y rebaso aquel trabajo que había puesto el ojo en el comunismo de Marx. De esas tres hojitas que alguna vez hable y que debían crecer a 60, finalmente se desbocaron a 98 (y yo que tenía miedo de no llegar al mínimo). En fin, que es cierto, escribí mucho, leí, me esforcé y trate de reflexionar lo más profundo que pude en este primer intento investigativo.
Bucee en aguas oscuras y siento que salí airosa porque logre un objetivo inmediato. El resultado es otra cosa y siento estar lejos de brillar por su medio. Pero estoy orgullosa de mí por haberme compenetrado con esto como debía hacerlo. Después veremos que pasa. Pero debo entender que nada debería opacar la tarea que cumplí y lleve a buen término.
Ahora que todo termino y mientras espero noticias al respecto, aunque de a ratos crece el ansia, debo empezar a ocuparme en otras cosas. Hay elementos de mi vida cotidiana, pero aquí no vienen a cuento, sin embargo es lo que esta ocupando algo de mis pensamientos ahora que por el momento tengo tiempo.
Lo que tengo para destacar en estos ahora es que mientras espero y curso otra materia de mi carrera, de algún modo he regresado a las raíces de lo que constituye mi vida: el tema de la muerte. Aunque ahora cumple más el papel de una tarea provisional y de segundo orden, antes que el fin de todo que solía ser.
Recién empiezo a retomar el hilo de esos pensamientos que me acompañaron desde el inicio de mis estudios universitarios. En realidad se trata de comenzar de cero y hacerlo bien. Reformular ideas y sentimientos es una tarea próxima. Acopiar información, otra más grande. Y aquí estoy viendo que puedo decir al respecto. El objetivo es otro trabajo de menor envergadura que una tesis pero en cierto modo constituye uno más de los eslabones que forman la cadena que me acerca al final o mejor dicho a mí meta.
Sencillamente no tengo mucho para decir porque después del trabajo de Marx aún intento subir a la superficie y respirar un poco antes de volver a zambullirme en reflexiones absorbentes. Estoy creando esbozos en mi mente por ahora. Mientras tanto debo continuar con mi investigación sobre el Che si es que realmente ese será el rumbo que seguirá mi tesis o al menos aproximadamente. Ahora que tengo tiempo es bueno volver a pensar en ello y analizarlo.
A fin de año debería presentar mi proyecto de tesis o como máximo en el inicio del año entrante y sea el tema en cuestión “La actitud frente a la muerte en el hombre contemporáneo” o “La influencia de Marx en la revolución cubana”, las ideas que planee para ese proyecto tienen que tener una forma previa, que mal que mal, me permita concretar en un plazo corto esa presentación inicial.
Después habrá mucho tiempo para profundizar (2 años), así que antes de sumergirme en todo eso, estoy pasando por el proceso de preparación aunque muy leve todavía.
Por eso creo que esto que escribo el día de hoy, como todo lo que he escrito hasta aquí, describe simplemente y antes que nada una locura innata en mi, una locura de alguien que esta atravesando ideas, cambios, pensamientos y sentimientos complejos, pero que como locura que es y el sentirme yo misma un poco loca, representa para mi el desafío más importante, un anhelo muy grande y la aspiración de lograr una meta personal muy propia.
Una vez más son palabras incoherentes, donde todo se entremezcla. El día que alcancen la unidad seguro sabrán entenderme. Por lo menos quizás yo sabre entenderme a mí misma, lo cual finalmente es lo principal y primordial. Conocerme y entenderme pero sobre todo quererme a mi misma y sentirme conforme con aquello que logre más allá de lo que otros puedan lograr.
En fin, se trata de una locura rara que nació conmigo hace 27 años y que seguramente continuara mientras viva. Es algo innato propio. No se elige, no se aprende. Es parte de uno mismo. En este caso mi locura es lo que me hace única como cada uno tiene ese rasgo que lo distingue de los demás. En definitiva es el auténtico reflejo de mi individualidad…No tengo más nada que decir…hoy mi locura me supera…debo seguir pensando y ya no tengo ganas de escribir al menos por hoy. Simplemente hasta la vista.
